El MES-Museo dell’Emigrazione Scalabrini, inaugurado en diciembre de 2019, se estructura como un itinerario multimedia, interactivo y multisensorial. Los contenidos multimedia conducen al visitante a una exploración en profundidad del tema de la emigración, permitiendo comprender su desarrollo histórico, las dinámicas sociopolíticas desde 1870 hasta nuestros días, y las soluciones que San Juan Bautista Scalabrini (1839-1905), definido como el Padre de los emigrantes, supo poner en práctica, mostrando cómo su acción sigue viva en el mundo, gracias a la labor de las congregaciones religiosas y laicas que fundó.

La experiencia migratoria se presenta en sus momentos más destacados: desde la partida con los sufrimientos ligados al alejamiento de los seres queridos y de la propia tierra, hasta el ignominioso trabajo de los “mercaderes de carne humana”, como los definía el propio Scalabrini, pasando por los peligros del viaje, las dificultades de integración en un país extranjero y a menudo hostil que les obligaba a aceptar los trabajos más humillantes y degradantes y a afrontar todo tipo de sacrificios para dar un futuro a sus familias y ayudar a los parientes que permanecían en su patria…

Sobre todo, el MES pretende arrojar luz sobre la historia de la emigración italiana, prácticamente olvidada en un momento en que el drama de generaciones enteras que huyen de la pobreza y la miseria, la guerra y la violencia, la explotación y la persecución se agudiza cada día.

La exposición se divide en cuatro salas.

La primera cuenta la historia de la emigración, en particular la de Piacenza y Emilia-Romaña, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a través de imágenes, sonidos, textos, extraídos íntegramente del repertorio de archivos de la Casa Madre de la Orden Scalabriniana, proyectados en un espacio circular. Las citas sonoras de Giovanni Battista Scalabrini permiten una experiencia inmersiva que ejemplifica las penurias vividas por quienes optaron por emigrar. La sala conduce a una pequeña habitación similar a la que uno podría encontrarse en una típica casa rural de la zona de Piacenza, con una gran chimenea, un colchón de paja, maletas listas para la partida. Testimonios, imágenes, documentos inéditos narran la vida de personas que, debido a un malestar que ya no era sostenible, optaron por buscar fortuna en otra parte con los medios entonces disponibles.

La segunda sala presenta la experiencia del viaje, a partir de citas de viajeros de la época, que dan una idea clara de las enormes dificultades a las que se enfrentaron quienes buscaban un futuro mejor para ellos y sus familias.

El visitante es recibido por la reconstrucción de una taquilla de la época y la reproducción a gran escala del Giulio Cesare, uno de los transatlánticos más rápidos de la época. Aquí se entrega el billete y, tras el sellado y las comprobaciones rituales, se entra físicamente en el vientre del barco, es decir, una tercera clase incómoda y oscura amueblada con camas de hierro. La experiencia del viaje se revive a través de un ojo de buey situado en el centro de la sala, por el que se desplazan todas las etapas del viaje: desde la salida del puerto de embarque, pasando por la travesía en alta mar, con las canciones y pasatiempos para hacer soportable ese interminable viaje, hasta la llegada al puerto de Ellis Island, con la mirada vuelta hacia la Estatua de la Libertad.

El relato continúa con la sección “Los italianos en el mundo y la visión de Scalabrini”, que muestra lo que tuvieron que soportar nuestros compatriotas una vez llegados a Europa y América. La discriminación y las dificultades a las que se vieron obligados a enfrentarse no dejaron insensible a Giovanni Battista Scalabrini, que sintió el deber urgente de prestar apoyo inmediato a las familias de los emigrantes.

Al cruzar el umbral de la tercera sala, el visitante es recibido por un holograma del obispo, que relata su visión del fenómeno migratorio en curso y las decisiones que tomó para ayudar a estas personas. La metáfora de la intensa vida del obispo se traduce en un archivador, en cuyo interior hay soportes de vídeo multimedia y objetos de gran valor histórico-testimonial, que muestran las etapas más significativas de su obra. Dentro de viejas maletas de cartón, unos vídeos narran los dos viajes de Scalabrini a América.

El itinerario termina con la sala dedicada a las migraciones hoy, a través de los datos puestos a disposición por los Scalabrinianos presentes con misiones y casas en todo el mundo. Una serie de retratos vídeo-fotográficos de inmigrantes en Piacenza en los últimos veinte años nos permite, a través de conmovedores testimonios, comprender la acción de los Padres Scalabrinianos en la dirección de la “cultura de la acogida” hacia una “casa común”.