El edificio data de 1624, aunque con una fachada y reformas de finales del siglo XIX, y formaba parte del complejo relativo al convento de los Capuchinos, suprimido posteriormente por Napoleón. Fue Re consagrado el 22 de octubre de 1893.

En el exterior, los paneles de Paolo Perotti, esculpidos en 1999, forman un ciclo que representa las obras de Scalabrini durante su episcopado (Scalabrini impartiendo el catecismo, apoyo a los enfermos, visita pastoral).

El interior es de una sola nave con altares laterales. La primera capilla de la izquierda alberga un relicario con los restos de San Juan Bautista Scalabrini y una reciente pintura en mosaico en la pared conmemora la Misión del obispo en favor de los emigrantes.

En la capilla correspondiente se encuentra una muy venerada estatua del Niño Jesús del siglo XVI procedente de la iglesia perdida de San Gervasio; en la capilla adyacente, una pintura del siglo XVII de Carlo Francesco Nuvolone con el Tránsito de San José (1648) y reliquias de San Carlos Borromeo.